sábado, 22 de febrero de 2014

Algo mas de 500

Vamos no me cruces las piernas así, sabes que me gusta y a la vez me duele, es que  tienen su propio lenguaje, hablan por si solas y no bajo eso de la tregua hombre-mujer, van mas allá, ya ni vos ni yo las dominamos, eso nos gusta. Te escribo comenzando con  ellas, por que sabes que son, dentro de nuestra esfera, mi punto débil (eso sin descartar la sonrisa, la vida misma, que te queda más que bien). Negra tenemos 500 y tantos, decía Joaquin que son noches, pero yo los multiplico al doble.
 La felicidad no se mide, no se puede contar, no me digan en el mundo, que con un poema o una ecuación te puedo descifrar el amor, no se puede, por que simplemente va mas allá y vos yo lo sabemos, me estoy alargando y no quiero eso. Te acuerdas del beso, si de la pausa y la gramita, del momento cuando detuvimos el tiempo y le pedimos prestado a esa noche unos minutos, todavía les debo, digo "les" por que como caballero no puedo incluirte en esas deudas. Al fin, vale mas el asombro, si el asombro negra, ese de cada beso, por que siempre he creído (y se me acompañas en esto) que cada beso vale un suspiro, como quien descubre una nueva guarida, una especie de cueva del guacharo, así criollita, para que se apegue a la piel y la sangre, que amarra y desmalla (eso ultimo en mi caso). Puedo decir que no tengo al momento mas que palabras para agradecerte, esto de la comprensión, el tiempo y el amor, pero es que tener mas que palabras sería falso, el cuerpo podrá tener mil y un cubiertas, el amor y la verdad, aire en el pecho y letras. 

Te amo, negra.